La venta de un piso heredado puede suponer una operación compleja. De hecho, de acuerdo con los datos del Consejo General del Notariado, durante el año 2021 más de 55.000 herencias fueron rechazadas.
Esta elevada cifra se debe, sobre todo, a los muchos gastos a los que hay que hacer frente cuando se acepta una herencia.
Es bastante común que los herederos duden a la hora de aceptar una herencia, sobre todo en el momento de recesión económica en el que nos encontramos provocado por la pandemia de coronavirus.
A pesar de esto, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2020 se produjo un aumento de las ventas de inmuebles heredados respecto del año 2019.
Por ello, en estos casos, lo mejor es contar con expertos en el mercado inmobiliario que nos orienten en el proceso de vender un piso heredado.
¿Se puede vender un piso heredado? Las claves para vender un piso heredado en 2022
Vender un piso heredado es perfectamente posible, si bien es conveniente saber qué trámites se han de llevar a cabo para vender un piso en herencia y evitar, así, problemas con el resto de los herederos o con la Agencia Tributaria.
En este sentido, es importante conocer en qué casos se puede vender un piso en herencia y cuáles son las claves para un piso heredado que se vende.
Aceptación de la herencia
Lo primero que se debe hacer para poder vender un piso en herencia es aceptar la herencia ante Notario. Para ello, deben transcurrir, al menos, 15 días desde el fallecimiento del causante. Solo a partir de ese plazo se podrá solicitar el certificado de últimas voluntades, gracias al cual se podrá conocer si el fallecido dejó testamento o no.
Una vez se ha obtenido el certificado de últimas voluntades, comienza el proceso de adjudicación de la herencia, el cual dependerá del número de herederos que existan:
- Un único heredero: en este caso, el heredero deberá aceptar la herencia ante Notario firmando la instancia de aceptación.
- Varios herederos: en este caso, los herederos deberán aceptar la herencia mediante escritura pública. La escritura de aceptación de la herencia y partición de bienes deberá ser firmada ante Notario por los herederos que acepten la herencia. A continuación, se llevará a cabo la partición de la masa hereditaria, es decir, el reparto de los bienes que forman parte de la herencia y su adjudicación a cada uno de los herederos.
Una vez ha concluido el proceso de adjudicación de la herencia, es preciso que los herederos acudan al Registro de la Propiedad con la documentación necesaria para realizar un cambio de nombre del propietario del bien inmueble. Solo cuando el heredero figure como propietario de la vivienda será posible venderla.
El momento de vender el inmueble heredado
Tener un inmueble en propiedad genera una serie de gastos. Es por ello por lo que el momento en el que vender la vivienda puede resultar crucial si queremos ahorrarnos estos gastos.
De esta forma, si la intención de los herederos es vender el bien inmueble, lo mejor es venderlo en un plazo inferior al año desde que se ha llevado a cabo el cambio de titular de la vivienda en el Registro de la Propiedad. De lo contrario, los herederos tendrán que hacer frente al pago del Impuesto de Plusvalía Municipal.
En cualquier caso, los herederos podrán vender el piso tan pronto este esté inscrito en el Registro de la Propiedad a nombre de estos. De hecho, no hay un plazo legal mínimo para vender un piso heredado, aunque lo cierto es que la venta puede alargarse varios meses si tenemos en cuenta las gestiones que se han de llevar a cabo.
Pago de los Impuestos que correspondan
La aceptación de la herencia y la operación de compraventa de una vivienda heredada generará la obligación de pagar una serie de tributos. Son los siguientes:
- IRPF: cuando se vende una vivienda, se genera una ganancia patrimonial que tributa en la Declaración de la Renta del ejercicio del año en que se haya vendido la vivienda. Para calcular la ganancia patrimonial que se ha experimentado, deberemos hacer la diferencia entre el precio de venta del inmueble y el valor de transmisión declarado en el Impuesto de Sucesiones.
- Impuesto de Plusvalía Municipal: una vez aceptada la herencia, los herederos deberán pagar este impuesto. Este tributo grava el incremento de valor que ha experimentado el terreno desde su compra hasta su venta. Es obligatorio tributar por este impuesto cuando se acepta recibir un inmueble en la herencia. Además, se tiene un plazo de tiempo de 6 meses para abonar este tributo, por lo que lo ideal es vender el inmueble antes de este tiempo para ahorrarnos el pago de este impuesto.
- Impuesto de Sucesiones: este tributo grava las transmisiones mortis causa. De esta forma, al aceptar una herencia, los herederos deberán ingresar en la Agencia Tributaria lo que corresponda por este tributo. Se dispone de un plazo de 6 meses desde el fallecimiento del causante para pagar este impuesto, si bien se puede solicitar una prórroga de otros 6 meses.
¿Qué ocurre cuando la vivienda heredada pertenece a varios herederos?
Puede ocurrir que la vivienda pertenezca proindiviso heredado a los diferentes herederos. En este caso, para poder vender el inmueble se necesitará contar con el consentimiento de todos los herederos. No obstante, si uno de los herederos desea vender su porcentaje del bien inmueble, podrá hacerlo, siempre y cuando respete el derecho de adquisición preferente del resto de los coherederos.
A veces, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, los herederos tendrán que acudir a la vía judicial. En este caso, el Código Civil establece que nadie estará obligado a permanecer en régimen de copropiedad, por lo que será el Juez o Tribunal competente quien decida lo relativo a la venta del inmueble.
Sin duda, vender una herencia en Andalucía puede resultar un proceso complejo, sobre todo si tenemos en cuenta el pago de impuestos los cuales dependen, en gran medida, de la Comunidad Autónoma en la que radique el bien inmueble. En cualquier caso, lo mejor es contar con los servicios de Apuerta. Nosotros compraremos tu casa para ponerla en el mercado de alquiler o encontrarle un nuevo comprador.
