El mercado inmobiliario en España ha sido objeto de atención en los últimos tiempos, especialmente en el año 2023, donde se ha observado un estancamiento y una tendencia hacia la desaceleración.
Por ello, hoy desde Apuerta analizaremos la situación actual del sector inmobiliario.
La situación actual del mercado inmobiliario español en 2023
Dos informes, uno presentado por ING y otro por la Sociedad de Tasación, nos proporcionan una visión detallada de la situación actual y las perspectivas futuras del mercado inmobiliario español.
Informe de ING: Perspectivas del mercado inmobiliario español 2023
El banco ING advierte que este año será un periodo de desaceleración en el mercado inmobiliario español.
Este pronóstico se basa en factores como la fuerte subida de los tipos de interés y el endurecimiento de las condiciones crediticias.
A pesar de ello, no se espera un desplome similar al ocurrido durante la crisis financiera de 2008. Se prevé que el mercado inmobiliario español supere la media de la zona euro, gracias a una sólida demanda que se mantiene por encima de los niveles de los últimos años.
El informe también destaca que, a pesar de la subida de los tipos de interés y la incertidumbre económica, el precio de la vivienda en España experimentó un aumento medio del 7,4% en 2022, según datos de Eurostat.
Sin embargo, los datos mensuales de Tinsa nos muestran un debilitamiento en los primeros meses de 2023. Se observa una tendencia a la baja en todas las regiones, pero los precios se enfriaron más en la costa mediterránea y en las Islas Baleares y Canarias.
Informe de la Sociedad de Tasación: Mapa del Tiempo Urbanístico
Por otro lado, la Sociedad de Tasación también ha analizado el mercado inmobiliario español en su informe “Mapa del Tiempo Urbanístico”.
Este informe destaca que el mercado inmobiliario se ha estancado en la primera mitad de 2023 y muestra una tendencia hacia la desaceleración en comparación con el dinamismo observado el año pasado.
Según la Sociedad de Tasación, aunque la demanda de vivienda nueva se ha contenido debido al encarecimiento de la financiación con el alza de los tipos de interés, la oferta sigue siendo insuficiente.
Esta tendencia se espera que continúe en los próximos meses, aunque probablemente se tienda a equilibrar. La escasez de obra nueva ha llevado a un traslado de la demanda hacia la vivienda de segunda mano, lo que ha provocado ligeros descensos en la oferta, especialmente en zonas con una demanda activa.
Como resultado, se han observado aumentos en los tiempos de venta, especialmente en localidades más pequeñas, donde ya se empiezan a notar ajustes en los precios de venta.
El mapa presentado por la Sociedad de Tasación muestra que el stock de vivienda disponible continúa siendo poco significativo y se observa una escasez de suelo urbanizable. Los precios del suelo y los costes de construcción han aumentado, lo que dificulta la puesta en marcha de nuevos desarrollos residenciales.
Estas condiciones difieren en municipios de menor tamaño, donde la actividad en el mercado inmobiliario es más pausada y se mantienen los precios o incluso se observan descensos ligeros en el interior de las provincias.
El impacto del mercado inmobiliario en otros sectores
El estancamiento del mercado inmobiliario también ha tenido un impacto en otros sectores.
Por ejemplo, se ha observado un creciente interés en la construcción de viviendas destinadas al alquiler, especialmente en zonas de fuerte actividad económica, académica y turística, donde la presión sobre los precios de alquiler es alta.
Además, se ha observado que la oferta de viviendas se ajusta a las preferencias de la demanda, con un enfoque en la construcción de viviendas de alta calidad, con amplias terrazas, espacios libres, zonas ajardinadas y un buen nivel de eficiencia energética.
El sector hotelero también ha experimentado una dinámica excepcional, impulsada por la recuperación del turismo y la ocupación cercana a los niveles anteriores a la pandemia.
Esto ha generado un aumento de los precios y un mayor interés inversor en ciudades como Barcelona, Madrid, Granada y destinos turísticos como Málaga o las Islas Canarias. Se está apostando por atraer un turismo de calidad y alto poder adquisitivo, lo que ha llevado al desarrollo de ofertas de lujo que incorporan servicios adicionales de salud, bienestar, gastronomía, ocio y espacios comerciales.
Sin embargo, no todos los sectores han experimentado una reactivación similar. El sector terciario, que incluye el comercio minorista y las oficinas, ha mostrado signos de reactivación, pero los niveles de ocupación y precios todavía no han alcanzado los niveles prepandemia.
Existe una clara diferenciación entre las ubicaciones prime, con una reactivación más activa, y la periferia de las ciudades, donde se observa una desaceleración y una tendencia hacia el cambio de uso de locales comerciales a residenciales.
Por otro lado, el sector industrial se encuentra en una fase de estancamiento, excepto en el segmento de activos logísticos estratégicamente ubicados cerca de las principales vías de acceso a las grandes ciudades y núcleos urbanos de tamaño medio. Estos activos han captado un mayor interés debido a su ubicación estratégica.
En definitiva, el mercado inmobiliario en España ha experimentado un estancamiento en 2023 y muestra una tendencia hacia la desaceleración. Los informes presentados por ING y la Sociedad de Tasación coinciden en que el mercado se ha visto afectado por factores como la subida de los tipos de interés, el endurecimiento de las condiciones crediticias y la escasez de oferta.
Aunque se espera que el mercado supere la media de la zona euro gracias a una sólida demanda, los precios podrían estancarse o incluso experimentar un descenso en el corto plazo.
Sin embargo, todavía se observan nuevas oportunidades en sectores como el alquiler de viviendas y el turismo de lujo o la reactivación del sector terciario.
